El 30 de octubre de 1960 nacía Diego Armando Maradona, el ídolo eterno del pueblo argentino.
Ayer habría cumplido 65 años, la edad en la que muchos trabajadores se jubilan después de una vida de esfuerzo. Pero Diego nunca se retiró del corazón del pueblo.
Su historia, marcada por la gloria y la lucha, trasciende el fútbol. Maradona no solo jugó con la pelota: jugó por los suyos, por los que menos tenían, por los que veían en él la revancha de los humildes.
Fue la voz que se animó a decir lo que otros callaban, el espejo de una Argentina que pelea, que se cae, que se levanta, y que nunca renuncia a su identidad.
Desde CAMESE, lo recordamos como símbolo de pasión, de entrega y de pertenencia.
Porque así como nuestro sector trabaja día a día acompañando con respeto y humanidad, Diego también nos enseñó que lo más grande que puede dejar una persona es el amor de su pueblo.
¡Gracias, Diego, por tanto! Tu legado sigue vivo en cada rincón donde late el alma argentina





