Del 27 de octubre al 2 de noviembre
Durante estos días, distintas culturas de nuestra región rinden homenaje a las almas que transitan entre el mundo terrenal y el eterno. Un tiempo sagrado que une memoria, amor y gratitud.
El 27 de octubre, se recuerda a las mascotas que fueron parte de nuestra vida y siguen acompañándonos desde el más allá.
El 28, se encienden velas por las ánimas que partieron repentinamente, víctimas de accidentes o situaciones difíciles.
El 29, se coloca agua para los olvidados y desamparados, gesto de compasión y amparo universal.
El 30, se honra a quienes no tienen a nadie que los recuerde, con pan, agua y una vela como símbolo de amor sin fronteras.
El 31 de octubre se dedica a las almas que no llegaron a nacer, el 1 de noviembre a los niños, recibiéndolos con flores, juguetes y dulces, y el 2 de noviembre a los adultos difuntos, ofreciendo sus comidas y bebidas preferidas, entre velas y fotografías.
Cada fecha tiene su sentido, pero todas comparten un mismo espíritu: mantener vivo el vínculo con quienes amamos.
En CAMESE, creemos que recordar es una forma de cuidar la vida. Honramos estos días como una oportunidad para reflexionar sobre el valor del rito, la memoria y el afecto que nos une más allá del tiempo.
Porque honrar la muerte es también celebrar la vida.







